viernes, 28 de febrero de 2014

© Mala praxis











Se dio a la tarea de buscar  en el libro
alguna imagen que le recordara
cuando el amamanto estaba en flor,
y en los nidos apenas piaban los polluelos.
Cuando los capullos eran cunas monarcas.
y el rugir era un lastimoso llamado,
como el primer trotar un infructuoso paso.

Todo eso venía a su mente,
en ese instante que intentaba recrear
algo quizás olvidado,
aquello que solo los hijos del viento
sabrían descifrar,
y hoy al necesitar aquellos
brazos paternales
que también supieron ser maternos,
intentó recordarse niña.

Esos mismos brazos
que de seguro le curaron sus heridas al
caer de aquél manzano…
Cierra el albúm, se palpa el vientre,
no hay más que buscar,
por primera vez entiende porque
nunca hubo cicatriz.
 ***

sábado, 22 de febrero de 2014

© Quimera












 Nadie percató retoque alguno.
Todo estaba en su lugar,
solo la talquera y el rimel
seguían al fondo de su bolso.
Hoy parece no va necesitarlos,
ya no hay razón para tapar
cicatrices, ni lunares,
ni esas mínimas imperfecciones
que ayer se preocupó ocultar.
Por lo demás quién iba sospechar nada.
 ¿Y él?
 él dejó de arrancarle sudor
a la tierra y se dedicó a mirar las estrellas.

Ya hace mucho que se conocieron,
y se habían aceptado como eran,
aunque nunca entendieron
porque él, y porqué ella.

Hoy tenía que ser diferente,
olvidar que él llegó primero,
y que ella fue arrancada de otro
para fecundar su libertad.

Hoy, ella y él elegían cambiar de identidad.

***

sábado, 15 de febrero de 2014

© Procreación












Cuando él les invitó a pasar
dispuso su invento a partes iguales,
iguales en conocimiento,
en deberes,
y en la manera que serían emparentados
de ahora en adelante.

Suficientes razones para que
heterogéneos seres convivieran
en armonía y paz,
abrazando la lluvia cuando viniera el invierno,
guiñándole días ojos al amo sol,
y zumbando como las abejas
cuando fuera la hora del néctar.

Iguales al andar,
y si aprendían a soñar, soñarían por igual,
mas aquél no previó que estos aprenderían
a crear, y como los animales
intentaron procrear.

…y procrearon.
***

sábado, 8 de febrero de 2014

© Mandato súbito













Y que tal si un día,
cuando se anuncie la súbita
despedida decida ser león,
y mis mandatos sean cumplidos
lo quieras o no.
Quizás me atreva a ser águila,
para que recuerdes también mis garras,
o aquél gran elefante, para que veas de que
están hechas mis pisadas.

Ah, ese día ya podré
ajustarme los fajones,
dejar de arrastrar estos ruedos
que se tropiezan con los tacones.

Saberme en tierra firme.

…para mañana sumergirme
otra vez en mis sueños.
***