martes, 11 de septiembre de 2012

© Reflejos de mí













Abre el sol la mañana
buscando ver tus ojos en miel,
mi dulce fuente de esperanza.

Es por tu bien
-ya te los he mostrado suficiente-
me dices.
Y pretendes llore con una mentira,
y ría a verdades,
yo no entiendo nada de eso,
no me lo expliques;
aunque en las noches
siento tener esa habilidad rara tuya
que llamas llorar.

Vas y vienes,
así he podido conocer a un pajarillo
que ayudaste en el camino,
y a un par de novios
besándose en el parque,
también el jardín dueño de la flor
que me traes cada tarde.

Hoy me has traído un nuevo obsequio,
aseguras me hará compañía
en la ausencia.
No, no lo he querido aceptar,
y así me he ido a mi rincón.
Te suplico –déjame verlos otra vez-
no hay respuesta,
así espero te duermas,
así te duermes.

La he visto,
sus ojos de gitana.
Creo se ha asustado como yo,
no he detenido la violenta acción
que la separe de ti.

 Al abrir el sol
aún con sangre en mis manos
busco tu obsequio.
Asombrada lo he partido en pedazos.
He vuelto a mirar el reflejo de ella.


***

3 comentarios:

  1. Muy bueno tu poema, interesante, diferente...

    Abrazos,
    Marco

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  2. Gracias por la visita amigo "anónimo"
    Me gusta el mundo que encierra el género de la ciencia ficción porque no está muy lejos de la realidad diaria, es cuestión de verla.

    Saludos

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  3. Valoro la historia que se desangra entre los versos.

    Besos ;-)

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