miércoles, 1 de agosto de 2012

© Inocencia en miniatura

 













Me has sorprendido en una vuelta,

miro como eres capaz de trenzar toda

una tarde raíces, al punto que he quedado sin jardín,

¿Puedo darte un momento de descanso?


Mientras alimento tu ser en leche

te pido permiso para ser tu madre,

tu respuesta espera al anochecer

si es que el fantasma regresa.


Su presencia me dice que pronto cabe una tumba;

mientras tanto desplumo lo poco

que queda de aquél pollo, bueno,

de aquella ave que se pavoneaba en el jardín,

y se creía perro guardián más que otra cosa.


Esta versión en miniatura

sabrá como defenderse en mujer,

me recuerda que en la inocencia

la vida es un juego.


***A Kiara, por enseñarme el sol en sus dedos.